Es antojar sus ojos al despertar
las frases en singular
mis pensamientos al azar
las heridas que refriegan en otro ácido más
las paredes que tuve que pintar...
las canciones que astillan en las bocas
la ventana que no emana su sombra,la campana que no anuncia su entrada
el tic tac enfermante de la espera
la radio enfermando lo que alegra
las cenas a solas
los mensajes que se atoran
la música que hiela en la sangre
las sonrisas que temo forzar
los ecos de su voz
el teléfono mudo...anhelando su respiración
las fotos que debo quemar...
los retazos de cartas, que debo guardar
letras sin terminar
prosas que debo callar
las cuerdas que me quiebran, las melodías que desesperan
las manos en los bolsillos a la hora de transitar
los días de lluvia que me debo ocultar
mis labios buscando los suyos al atardecer
su espejismo en mi camino
Estar en la sombra de alguien más
días que exageran en horas, días que no quiero despertar
plazas sin ocupar, de una cama, fría al soñar
la gente que recita su voz
las manos que aplauden el desamor
domingos tan necios
el pecho seco...
el fantasma de su regreso
las palabras que inicien su recuerdo
el miedo de estallar
las lágrimas que se ahogan en mi disfraz
las fragancias, que prefiero olvidar...
dibujos abstractos sin trazar
un futuro pixelado
un mar cerrado
caricias que voy a extrañar
un adiós que debo pronunciar
un espacio que debo llenar
una batalla que debo abandonar
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